Guaraní, idioma de agua rumorosa,
tribus de cetros, y de mi espejismo,
sangre mía, déjame ser yo mismo,
quiero paz de infancia primorosa.
Me diste salvaje y quietud voluptuosa,
ahora yace en el fondo del abismo,
mi linaje feroz ignora sensualismo,
da igual cualquier ocasión azarosa.
Violentos besos de dulzura arcana
es mi historia y fortuna vana,
en el tiempo resplandece cual espejo,
hay huella en la luz y la mañana.
Bajó la civilización de la montaña.
De mi raza ya no quedan ni los reflejos.
Autor: Alcibíades Noceda Medina