Guiador de todos mis pasos,
te haces presente en cada día,
luz de mi alma y mis sentidos,
ninguna penúria por ti dolería.
Matar podría si por ti fuese,
al mismo temor, y a la muerte,
vencería la batalla de los dias,
y bajo tu manto sería fuerte.
Porque me adoraste al verme,
y me ofreciste cuanto tenias,
yo lo que más temo es perderte,
más que perder la propia vida.
Sin ti no concibo sentido,
a ésta vida que me creaste,
y en el mundo no tendría abrigo,
si algun dia tú marchases.
No hay puñal que pueda herirme,
no dejas que algo lo haga,
hoy aprendo de mis errores,
hoy ya sé que me haces falta.
Y sólo a Dios pido piedad,
y que nunca se te lleve,
porque mi corazón tras de ti,
ha ido, va, e irá por siempre.