Desde que te conocí, mis pensamientos
viajan cruzando el firmamento,
y mi esencia se vuelve un suave viento
que acerca mi alma a tus sentimientos.
Mis ojos no te pueden ver,
pero siento tu presencia.
Mis oidos no te escuchan, pero oigo el palpitar de tu corazón.
Mis manos no te tocan, pero puedo sentir tu piel, y mi corazón se estremece, de solo recordar tu inmagen como una dulce miel.
Oh, querido ser, tu cariño es consoloción en la amargura, felicidad en la tristeza,
tranquilidad en el tumulto, esperanza en la desesperación.
Sois como un sueño hecho realidad, del que nunca quisiera despertar,
y mi alma te pertenecerá, por que hoy he comprendido lo que significa amar.