Esta mañana he conocido a Sol,sí,a Sol de Venezuela y,como todo lo bueno,se ha hecho esperar.
La he reconocido nada más bajar del taxi frente al Consulado,¿cómo dudar?,guapísima,simpática y siempre con una bonita sonrisa mientras hablaba,como no,con el taxista;es exactamente como me la imaginaba y como la pude percibir a través de sus poemas e e-mails,vive intensamente lo que hace,lo dice su voz,sus gestos y sus expresivos ojos;no me extraña que la llamen el Sol de Venezuela,realmente es un sol.
Ella no me ha reconocido,me imaginaba bastante más gruesa,en su país la talla cuarenta es mucha talla,resulta que las dos tenemos la misma( ella talla nueve).
Nos hemos dado un gran y apretado abrazo,cualquiera que nos viera pensaría que ya nos conocíamos,de hecho,su tío,(un encantador hombre que,según Sol,es su quinto hijo)creyó que éramos viejas amigas.
¿Es posible hacer una buena amistad por internet?,pues en este caso sí,porque cuando nos hemos abrazado he sentido verdadero e inmenso cariño por parte de las dos.
No hemos estado mucho tiempo juntas pero ha sido,al menos para mí,una hora inolvidable,espero volver a verla y tomar,por fín,esa taza de café que aún tenemos pendiente. Un besazo,SOL.