Es imagen sublime a pesar nada muestra.
Con solo ser mujer el amor te implora,
es la esencia que tu corazón atesora,
por preciosa y virtud, eres obra maestra.
Lucís radiante con el alma triunfante,
en cada poesía eres musa dorada,
en corazones la imagen abrasada
con llama eterna, para sensible amante.
Siempre niña pero reina en presencia
que imposibilita al hombre ser ordinario,
entre tantos, solamente una es suficiente,
pues a la mujer el varón debe obediencia,
eres primera; y lo más es secundario.
Tu gracia es divina en cualquier ambiente.
Autor: Alcibíades Noceda Medina