Tus labios:
pulposos,
húmedos y escurridizos,
suaves y temblorosos.
Tus labios:
habladores e interrruptores
me estremecen,
y entre tus dientes desaparecen.
Mis labios
temblorosos apenas te reconocen.
Mis labios se endurecen
Se humedecen recién con la primera lágrima,
La noche recrudece.
Mi mano los libera,
mi lengua langüidece.
Tus labios:
pulposos,
húmedos y escurridizos,
suaves y temblorosos,
Se posan sobre labios extranjeros.
Sus labios:
extraños y tersos,
reconfortantes y obscenos
te van pintando los labios,
van deformando cada arruga,
enderezando cada línea,
alienando cada zurco que mi amor había trazado.
Borrando tu memoria.
Desfigurando tu conciencia.
Abriendose paso,
entre ásperos lenguetazos.
Tus lábios:
ajenos.
Ajeno sobre tus labios.