Qué maravilloso es pensar a toda hora,
en los momentos felices de tu vida,
en cómo el amor a tu alrededor se demora,
en qué tanto daño te dejaron las heridas.
Qué maravilloso es poder sentirse vivo,
y saber que existen personas que te aman,
ser bondadoso sin esperar algún incentivo,
y respetar a todas las personas que te hablan.
Qué maravilloso es amar la dulzura de la niñez,
poder aprender sentimientos de la inocencia,
apreciar la sabiduría que provee la vejez,
y resolver todos los problemas con paciencia.
Qué maravilloso es que aprecien lo que haces,
que tus palabras ayuden a resolver problemas,
que ayuden a que dos amigos hagan las paces,
y que actúen más allá de donde termina el poema. Efraín Trinidad Rodríguez
PoetaDeDios® Morovis, P.R.
31-marzo-2005.