Es tu amor esa fuerza invencible
que me impulsa a seguir adelante,
para mí ya no hay nada imposible
pues tu amor me convierte en gigante.
Sólo vivo, me muevo y respiro
para darte mi vida y mis sueños,
sólo pienso en tu amor y suspiro
por tus ojos, que ya son mis dueños.
No preguntes cómo es que te quiero,
no sabría cómo contestarte;
sólo sé que, sin tí, yo me muero
y es mi vida un continuo adorarte.
No soporto más tiempo esta ausencia,
voy a tí con la fuerza del viento,
pues son tuyos mi amor, mi conciencia
y eres dueña de mi sentimiento.
Pido a Dios me conserve la vida
para dártela toda, en pedazos;
eres tú mi ilusión, mi elegida,
y es mi sueño el tenerte en mis brazos.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Sábado 22 de Agosto del 2009, 5:19 a.m.