Si ya sabías desde siempre mis defectos,
Que me encelo fácilmente y que sufro de ratos molestos,
Tú sabías de todo esto sus efectos,
¿Por qué buscaste en mí al hombre perfecto?
Si ya sabías como he sido y como soy,
Que padezco de locura y que soy exagerado,
¿Por qué pretendiste desde siempre hasta hoy,
Cambiarme? si así estuviste a mi lado.
Si decías que todo esto me hacía único,
Hoy reclamas todo con miles de reproches,
Y resuelves todo con algo típico,
El clima melancólico conjugado con la noche,
Que me amaste demasiado pero se ha terminado,
Que fui un hombre maravilloso y casi perfecto,
“Que no eres tú ¡soy yo! La del defecto”,
“y que de otro sujeto me he enamorado”
No eres tú, soy yo; eso dijiste,
Y al término de esa frase me rendí,
Y comprendí que lo único que hiciste,
Era para decirme adiós.
Si ya sabías desde siempre como he sido,
Que me encelo fácilmente sin motivo,
Y así me quisiste, no sé si se fue al olvido,
Que gracias a ti, me siento vivo.