Amanecer en campo Cubano
Hay humo sobre el techo,
Del bohio inclinado
Y de vejez envuelto.
Se oye cantar un gallo,
De plumaje canelo.
Que quiere ser el amo,
De todo el gallinero.
Y alla por el establo,
Veloz como un reflejo,
Sale un galan cantando
Sobre su potro negro.
Hay olor a cafe,
A tabaco y a jicara.
Y en los canavareles,
Largas pilas de canas.
Se ven como Piramides,
Que el machetero alza.
Al viejo carretero,
Que llevan treinta zafras,
Arreando su cuadrilla,
Del corte a la romana.
Y un ano ,y otro ano,
Sin ilusion de nada.
Que aliente su exsistencia,
Herida de nostalgia.
Ya todo se ve mas claro,
La niebla es vencida.
Con el fuego del Sol,
Porque la neautraliza.
En la Iglesia cercana,
El cura se presigna.
Rogandole al Senor,
Su amor por la campina.
Amanecer en campo Cubano.
Tierra donde mi madre nacio.
Donde el corazon de un Cubano,
Lleva un gran vacio.