Noche arrastrada por hallar el día,
donde la luz de la verdad no alcanza,
el calor derrite el hielo de añoranza,
Cedió a la tímida cobardía.
Retenme mi ímpetu que desafía
Como si fuera toda una venganza,
con esa envenenada y mortal lanza
en cuerpo a cuerpo al fin se vencía.
Ángel acércate a mí, guerrera alada,
no escondas esa piel limpia y pura,
la guerra nuestra es bella mentira.
De ficticia trinchera era la veda
de tus labios. Repelimos cordura,
fundidos los cuerpos, si nunca hubo ira.
Autor: Alcibíades Noceda Medina
Sigue usted con sus malos escritos que no sonetos. El soneto es algo sublime si se hace bien hecho. Pero usted no logra ni UNO bien hecho. Además de no saber redactar, hoy tiene una falta en la rima que ni un niño de siete años la haría. Media noche.