Tu y yo, sentados en un parque,
luchando por revivir nuestro amor;
todo un pasado hostil, lo hirió de muerte,
sembrando en nuestras vidas el dolor.
Tu y yo, de nuevo , frente a frente,
mientras la tarde expira como un lirio;
nos brindamos un amor altivo y fuerte,
que ha sobrevivido a cruel martirio.
Nuevamente, libé la miel de tus labios,
y sentí el éxtasis de tu belleza;
el ocaso nos sorprendió acariciándonos,
y nuestro amor renació con más fuerza.
Músicas ignotas alagaron mis oídos,
al sentir tus besos y caricias;
somos dos amantes perseguidos,
cuyo amor ha resurgido de las cenizas.
21-4-13
jucar