Querido amigo mio
no pude estar en tu funeral de cuerpo presente
y sucio me jugo la vida
pues tampoco dije presente
cuando fueron tus cenizas esparcidas.
Y la misericordia divina viendo mi aflicción
me permitió pasar unos momentos
ante la urna que tus cenizas contenían,
Ya vuelan como gaviotas en ese lugar que mucho repetías
querías descansaran,
ahí se fueron de prisa saltando entre las olas en alta mar
acurrucado con las canciones de la sirenita y delfines
y entre el amor de los peces de colores y estrellas del mar
no te puedes quejar
pero algo te diré
no importa mi ausencia en esos instantes especiales
pues mi corazón dijo en silencio Alberto estoy aquí
y quiero decirte me oigas o no me oigas que te quiero
que te quise y te querré siempre
y sobran las palabras porque
tu muy bien lo sabias
no era un secreto que yo te lo decía y tú me lo decías
por eso con alegría hoy repito gracias
gracias por tantos momentos lindos Alberto,
gracias por tu sonrisa
gracias por tus canciones
gracias por tu apoyo
gracias por tus consejos
gracias por aquella canción especial que me cantabas
que hablaban de 100 pesos que me dabas
y yo debía rendir para comprar tantas cosas
y al final devolverte lo que sobra
gracias por tu presencia
gracias por siempre responder mis llamadas
aun cuando estabas en tus momentos de sagrada meditación
gracias por estar en nuestras vidas
gracias sobre todo por estar en la mía
Alberto querido nunca te olvidare
Alberto adiós
espera tus amigos donde estés
más allá de la vida
más allá de la muerte
más allá de las sombras
marchaste para siempre de este plano terrenal
pero del plano de los corazones de muchos que te quieren
un día inesperado nos hemos de reunir todos allí
para seguir dándonos cariño, para seguir cantando
gracias por querer a Nelson y por quererme
ahora estas feliz y siento me sonríes
pues te encuentras arrolladito con las olas del mar,
con las sirenas, con los peces
descansa en paz Alberto Amengual
con el lazo del amor que rodea nuestra alma y corazón
seguimos vivos
dios te bendiga siempre
te extrañare
hasta luego inolvidable amigo
autor
raquel d. m. demorizi