La mirada representa todo lo que el alma esconde,
es una ventana enorme dónde se ve el corazón
y no hay otra solución cuando quieres ver tristeza
alegría, mal humor, te asomas a una mirada,
y si ahí no encuentras nada, has visto ojos perdidos,
esos que se han escondido de tanto y tanto sufrir.
Mira mis pupilas, así,; analiza cada pena y verás que ni en mis venas
la sangre corre a raudal, que sigo siendo espiritual,
pero no tengo ya vida, en mis oscuras pupilas, ni en mi eterno suspirar.
¡Mejor no mires mis ojos; mira unos ojos alegres que brillen de tanto amar!
Autor: Ivette Rosario