Cuán salvaje es el corazón, sangrando por una utopía, contumaz y posesivo, ciego como la justicia
Soñar es su premisa, afianzar su diatriba, su necedad no conoce límites, vive en las nubes y se mira en el reflejo de la luna para disipar su angustia
Cuán salvaje es el corazón, que se agarra a la vida, somete sus latidos, expulsa su desidia y acaricia como pluma la desesperación llovida
Acomete con un reto la suspicacia vertida, apuñala con dagas de valquiria, la desdicha no lo achanta, el desvarío es su seña y el encanto lo empecina
Cuán salvaje es el corazón, que el sol no calienta tanto como su osadía, la tormenta acata su sentencia, su mirada; soprano de melodías
Veneno de pasión, fértil de deseo, agua de locura, tierra de belleza, amanecer de sonrisas, paraíso de delicias