Puede que hoy nos avistemos, al cruzar de aceras.
Que todo éste tiempo, en algún lugar perdido
Encontraste las lágrimas que desaparecieron
Tras los callejones de media noche.
Y que tú te acuestes, mirando las tejas,
Que hay allí afuera, y no consigas ver las estrellas,
Por que unas negras lágrimas de carmín
Son tan espesas que no avanzan como tú quisieras.
Y mientras, en algún punto de ésta misma ciudad,
Tres calles más arriba, según pone el el GPS,
Una ventana cerrada, por la vehemente lluvia de octubre,
Custodia adentro a un colibrí con un mensaje
Tatuado en su pico; son recelos aojados
Por la afonía de tus recuerdos que bogan
Y tropiezan con las piedras de mi ombligo.
Pero aquí estoy, esperando que los meses
Dejen atrás ese nubarrón de arena
Que ciñen las aceras de polvo,
Y que un día la zancada de la cigüeña
Por lo alto de tus tejas,
Me cruce con tus vidas por las aceras.
...y así, tumbado en la arena tomando el sol, suspira y piensa en la palabra AMOR. Bellas letras de lentejuelas vestidas en orillas de mar, de playas armoniosas, así son las tuyas que profundas siendo, te protege y no tan sólo en la sombra desnuda. Un beso arenoso con un abrazo portentoso. Enrikt