Por tratar de convertir en poema
lo que escribo, termina sin esclarecer
lo que realmente intento ofrecer.
Es un secreto y, es mi única diadema.
El miedo es que a partir del momento,
tal vez mis poemas, todos sean similares.
Del secreto nadie sabe, ni mis familiares.
Me castiga, pero es un bello tormento.
Su nombre escondo en cualquier seudónimo,
pues, el nombre de esta mujer me delata.
De una encantadora persona se trata.
Es real. Pero esta fuera de mi destino.
Esta fuera de la realidad de mi vida,
por razones obviamente, explicable,
no es precisamente inalcanzable,
solo que, en su mundo no tendría cabida.
Todo empezó como un juego infantil,
de a poco va creciendo el mutuo apego,
que en un momento dejó de ser ya un juego.
Me aprisionó su calidad humana tan sutil.
Es tanta mi tristeza, también el dolor,
de haberla encontrado ahora, a esta mujer,
que hasta miento por tratar de proteger
lo que nació entres los dos, se llama: "AMOR".