Cuanto anhele la felicidad,
Como deseé encontrarla algún día,
Soñé tanto en alcanzarla,
Y la busque tanto, tanto,
Que paso frente a mi,
Sin darme cuenta,
Me saludo dulcemente al oído,
Y no le conteste,
Me estrecho con gran fuerza,
Y no correspondí su abrazo,
La tuve entre mis manos, la toque,
Y la solté, dejándola escapar.
A veces las persona por tontas,
Deseamos muchas cosas,
Y pensamos que al tenerlas,
Seremos felices,
Y no nos damos cuenta,
Que para serlo,
No necesitamos, más que,
Voltear a nuestro alrededor,
Y disfrutar lo poco o mucho que poseemos,
Incluso la propia vida,
Total que solo es un suspiro.