Llorando me miró y no me dolió tener valor para decirle lo que mataría a su corazón.
Tan cruel sonaba mi voz que no resistió
y ahí mismo silenció al ver muerto a aquel corazón
que alguna vez fué parte de mi.
Miraba su sangre salir por su piel,
por aquellos ojos que fueron mi espejo;
tantas veces vi que esa sangre viajaba en ella,
pero esta vez su rumbo era distinto,
ya no iba por aquel camino de ilusiones
que un día yo mismo le construí,
ahora iba por un camino mas oscuro que la misma noche.
Y no muy contento acepto que también fui yo el creador.
Se fue acabando su sangre y tampoco me importó,
la miraba hecha pedazos por mi culpa, tan llena de dolor
y aún no era capaz de salvarla y no dejarla ir para siempre.
La iba perdiendo entre mas perdía ella a su sangre,
se estaban llendo su respiración, sus ganas, su todo.
Aunque ya había muerto su corazón, todavía no se iba,
estaba esperando a que yo le devolviera todo lo que le quité.
Al final entendí que no estaba haciendo lo correcto,
mi sentimiento me dijo que la sacara del camino oscuro,
que levantara su corazón y lo cuidara eternamente,
que de rodillas le pidiera perdón por haberle hecho daño....
Su corazón se había ido ya...Era demasiado tarde...