No quiero ser luna,
tan fría y distante,
sin amor ni amante;
ni ofrece su amor
ni se deja amar. ¿O sí?
Porque con su luz
señala el camino
a la gente errante
que ha perdido el rumbo
en su caminar.
No quiero ser sol,
el rey de los astros, con su prepotencia
deja a los demás
en la indiferencia.
¿O sí?
Calienta los cuerpos
de los niños pobres
que están sin hogar,
en los días fríos y en su soledad.
No quiero ser viento,
fuerza desmedida
que destroza todo,
que no escucha el grito
que implora piedad.
¿O sï ?
Porque arrastra el humo
y la polución,
deja que respires
aire limpio y puro
para el corazón.
No quiero ser mar,
furia embravecida
que golpea las rocas
con sus olas locas
hasta erosionar.
¿O sí?
Ofrece comida
a la gente humilde
que vive en su orilla
y con muchas bocas
para alimentar.
No quiero ser Tierra,
que está dominada
por odio y rencor,
que van de la mano
y destrozan vidas
sin pedir perdón.
¿O sí?
Pues en ella hay gente
sincera y sencilla,
con mentes abiertas
que viven la vida,
que ofrecen sus manos
si las necesitas,
que piden perdón
cuando se equivocan
y dulces palabras salen de su boca;
que en su día a día,
para trabajar,
fijan objetivo:
"Conseguir la Paz".