El espejo
Voy a lavarme la cara
y me veo demacrada.
¿Será cierto que la cara
es el espejo del alma?
Miro fijamente la luz, da sombras,
en mi frente grandes surcos
y en los ojos profundas bolsas.
Acercandome al espejo,
un rato, en silencio, me quedo mirando,
me pesan los ojos, estan rojos,
la mirada triste, es que... ¡Han llorado!
Mi cara está seria y triste la mirada.
Las que me conocen dicen que la cara me delata,
que estoy sufriendo de amores,
que no hay mejor espejo
que el que se lleva en el alma,
que si está contenta ríe y si está triste llora. Jucrema