Adquirí el método de la insulina
en azúcares de voltajes simulados,
la coma de una estrofa en las rimas
de algún exilio en rojos consulados,
adquirí la mentira como oferta
en la góndola de un supermercado,
peleando el precio a cara descubierta
en la rebaja de una noche de pecado,
adquirí la solución a mis problemas
en la tienda del hereje consumado,
el ciclo de mis años en un lema
la dádiva del rico en cada estrado,
adquirí la soberbia entre varios
atorrantes de añejas madrugadas
disolviendo la tela de un cuadro
donde el óleo parecía decir nada,
adquirí la fama de mis escritos
en esos ojos que brillan enamorados,
la pérgola de un parque en un garito
la suma de los ángulos en cada lado,
adquirí el poder de un engaño
en las puertas de un cielo equivocado,
la pobreza del espíritu en muchos años
que en otros pocos habré desperdiciado,
adquirí las sobras de la mesa
en un mantel de dudosa procedencia
donde comían líderes sin cabezas
que pensaban fusilar a las ausencias,
adquirí los besos que me debías
en una mesa del café de las anuencias
con testigos de no correspondían
a esta suerte de amor por correspondencia,
adquirí la fortuna de un obispo
en el campo de batalla sin soldados,
la forma de mirarte cuando te desvisto
adquirí en la subasta de los reparos,
adquirí la fe en una balanza
que pesaba simulacros de disparos,
la señal de la cruz en una danza
el perdón de algún jesús en el mercado,
adquirí la armadura en una feria
donde el cliente vivía amordazado,
degustando el vino de la histeria
entre capas de algún intoxicado,
adquirí la belleza de un entierro
en el amor que mató por ser amado,
la amnesia adquirí en un recuerdo
y el recuerdo...ya lo he olvidado!