...la razón de mi silencio,
y no he podido.
He querido decirte
que siempre estás conmigo,
y no he sabido.
He querido pintar el color
que tiene mi esperanza,
y me he perdido...
Pero en ese silencio que intuyes
hay un bullir profundo
de nuevas emociones.
En esta ausencia de voces,
solo suenan los peldaños
de esta escalera de versos
que acorta las distancias
y acerca nuestras manos,
manos, que celosas intercambian
ese cálido caudal que nos circunda
y forman el color de la espernza
de la que tánto te hablo.
Me gustaría saber cómo decirte,
que nunca dejaré lleno el tintero
para descubrirte, a mi manera;
La forma de querer como te quiero.
el modo de vivir que a tu lado he decidido,
y la cara o la cruz de una moneda
-singular fortuna-
que acompañan siempre a nuestros versos...
Tuyos son para reír y llorar,
para vivir o morir en un instánte
de lo eterno, Para vivirlos,
o dejarlos morir...