No se detiene el tiempo,
camina a su lado la miseria,
ni deja de soplar el viento,
en busca de una esperanza etérea.
En el rostro arrugas y pesares,
en su cabeza hebras de estaños,
mientras añora otros lares ,
no se detienen sus años.
Camina lento y pausado,
pero lo cierto en verdad ,
es que se siente cansado,
sin futuro,Matías Oroná.
El enciende sus carbones,
para ahuyentar el frío,
entre piedras y cardones,
esperando así , el estío.
¿Cómo habrá de reverdecer,
si está postrado de hinojos?
Se apaga el atardecer ,
como se apagan sus ojos .
Está tan solo en el monte,
ya se quedó muy sentido,
ha perdido hasta el porte,
el también está perdido.
Oroná Matías,vagabundo,
pasan los años en serie,
rodando por ese mundo,
siempre solo a la intemperie.
Abrazado a penumbras o hiedras,
amargas las noches cual hieles,
áridas ,solitarias las piedras,
secascurtidas las pieles.
Los años le han avanzado,
no hay herramientras, ni hachas,
y su cuerpo tan cansado ,
es apenas una hilacha.
En Ojo de Agua un día ,
lo llegué a conocer,
no quiero esta pena mía,
cuando pueda yo volver.
Si volviera otra vez,
le deseo otra suerte,
que cambie de un revés,
y se aleje de la muerte.
Así es su verdad,
con toda su cordura,
envuelta en su soledad,
esa que hoy, perdura .