Es la triste despedida, un soplo de desilusión,
Cuando se ha enfrentado, con afán, y suerte,
Para mantener, a cualquier costo, la unión.
Desafiando, la temerosa y trágica muerte.
Hoy, a unos pasos indecisos de lo inerte.
Recuerdo con análisis tal, mi posición,
Y recibiré con alegría, contando con la suerte.
Todos sus triunfos, su promoción.
Polvo somos, y al polvo vamos.
No tiene importancia, la ambición,
Vale más, con voluntad, un ramo,
De flores, y una bonita canción.
Eres mía, mujer de mis ensueños.
Eres la música que deleitas mis oídos,
Eres toda melodía mi niña tierna,
Tú presencia no esta lejana.
Y entre tantas caricias,
Es como poder ser dueño del tiempo.
Y así detenerlo con el pensamiento,
Es como tallar una obra de arte.
Que no puedo crear sin enamorarte,
Es como abrazar las nubes más bellas,
Cubrir nuestros cuerpos con manto de estrellas.
Amarte a ti, es soñar despierto.
Amarte a ti, es la verdad el corazón entregado,
Es como escribir la última historia,
Gritando pasión, en vez de victoria, Es como curar aquellas heridas,
Es como empezar una nueva vida.
Copyright © 2009 Ramiro Álvarez C