Estas quieta y hermosa en tu lecho, sobre tu cabeza no hay mas que el techo y yo conspirador desesperado te asecho, te asecho en tus sueños, esos con despeños de sudor, esos con pudor, esos con alteño corazón.
Me escurro como la savia del roble, entre las grietas de tu cuerpo, avanzo lentamente hasta encontrarte noble y entro en tus pensamientos; no pasa el tiempo.
Te veo en la playa de Bora Bora casi desnuda pues te viste una rosa que adorna y recoge tu cabello, te bañas en sus aguas azules y este plebeyo mira a la reina.
Caminas por su arena blanca, brincas, giras, gritas, saltas y yo tras la palmera escondido y asustado, babeo como niño cuando ve un caramelo, te anhelo, te deseo, te quiero en mis pensamientos.
Repentinamente te detienes y entretienes con la arena, algo escribes que no logro distinguir, me acerco mucho a ti; ya lo leí! dice así: -Acercate ven a mi. te amo, di que si!!-.
El resto es censurado por la amada, -casta hasta ese día- borra mi mente, amarra mis manos, nubla mis pensamientos. Maldita sea!, que embrujo es esto!.
DRQCO