Aquel tremor agudo
en tus entrañas,
como perspectivas nocturnas
de tus cielos,
temblaban ante mis ojos,
senti ansias mortales,
de subir a tu garganta,
y hacerte presa de un vertigo,
inclinando mi cabeza sobre tu huerto,
haciendo rodar la tierra
Cuando volvi en si
tu estabas desnuda en mi lecho,
bajo la mirada falsamente tierna,
de mis ojos felinos y viscosos,
contorsionada entre mis brazos,
como rama de arbol,
crepitante sobre el fuego,
vivimos siglos,
en la sensacion deliciosa,
de aquellos besos,
que parecian derretirse en deseos!
Raul T