Me cubrirè los ojos
todo deberà sentìr
como siente el tacto.
Taparè de mi los oidos
todo deberà sentìr
como siente el viento.
La razòn me instruye a recelar de mis sentidos y emociones, pero los sentidos son irremplazables, el juicio no puede sustituirlos porque no es su oficio sentìr. Tendrè que enseñarles, hacerlos a un tiempo màs fuertes y màs delicados, ora resistentes, ora fràgiles.
Todo deberà sentìr.
Pensarè con las manos
todo deberà pensar
Utilizarè la razòn como una aliada, ya no es una criada sino una compañera. A veces una aliada, otras veces una compañera, y siempre testigo exigente e insobornable, penetra conmigo en el universo cerrado de mis emociones aunque mis ojos, mis oidos, y mi tacto, la emociòn y el instinto van delante, ella (ciega, sorda e impasible) ilumina mis pensamientos...
para escribirte a ti.