La razón de mi existir,
bajo las escaleras,
y encuentro el ser,
mi mayor felicidad,
la tranquilidad en su rostro,
la sonrisa más sincera,
los labios más sabrosos,
pareces un pimpollo,
un capullo de rosa,
a punto de explotar,
timidamente te miro,
y esos faroles encendidos,
me esquivan un momento,
para disimular,
lo que me aman,
es que es una locura,
un misterioso amor,
que se escapo por la ventana de Cupido,
y ahí estas como amante eterno,
tus labios se asemejan,
a las olas del mar,
que me quieren llevar,
a tus secretos,
y yo como alondra perdida,
me hago la distraída,
y te sigo mirando
hasta acabar esta agonía...
LUNAFRIA