De amarte sin razón, ¿qué ha de quedarme?
¿Qué afan me sobrará para otra cosa?
No logro descifrarlo niña hermosa,
mas debo como un hombre conformarme.
Brindarte cuanto tengo no es cegarme,
tampoco es una opción tan desastrosa.
Es más necesidad lo que me acosa,
necesidad, mi amor, de a ti entregarme.
De amarte tanto y tanto, ¿qué destino
tendrá mi ser entonces vida mía?
Tendré que descubrirlo en el camino.
Porque hasta el fin de todo solamente,
persiste en mi existir, la algarabía,
de amarte en carne viva, ¡ciegamente!