Cuándo abres lentamente,
tus ojos al despertar el alba,
como naciendo a la luz,
un despertar que descansa.
O andas despacio,
desnuda,
como flotando por un mar de estrellas,
camino de una nube anclada.
O cuándo tomamos ese primer cafe del día,
tu ahí sentada,
con tu mirada perdida,
mas allá de mi distancia.
O cuándo te secas despacio,
mojada,
y un primer beso
nos empapa el alma.
O cuándo hablas con los árboles,
rios, montañas,
y tu voz silenciosa,
se pierde en esa distancia sin morada.
O acaso cúando ves en mi mirada,
asomar antiguos fantasmas,
esos que tu ya conoces,
los que con tu sonrisa aparcas.
Son detalles que pasean durante cada dia,
como nuestras miradas,
que sacudidas por un repentino encuentro,
nos hace amarnos en calma.