Pudiera tener el sabor a tus cerezas
Y entender que la vida es pasajera
Volcar mi hábito cuando me besas
Tranzar incólume con mis quimeras,
Pudiera pender de tus hilos amatorios
Y amarte sin darte cuenta siquiera
Callar por hablar y decir atentatorio
A aquello que sabes cuidar en tus guerras,
Pudiera tentar tus pechos tan míos
Y mías tus manos hacerlas de tiza
Mostrarte el mundo, mi mundo testigo
Mis tierras tuyas, planicies de brisas,
Pudiera detener el tiempo preciso
Entre tus piernas, bellas, tranquilas,
Dormir en tus fiordos y hechizos
Calmar la ansiedad dispuesta en tus filas,
Pudiera entregar, tantos parlamentos
Y palabras sueltas unidas por tus labios
Transitar el sortilegio de tus vientos
Que llegan, se van y son tan sabios!
Pudiera decirte que después de ti
Ya no queda nada,
Nada que siembre en el halo de una estrella
Pudiera imaginar esa última mirada
Y esta primera que te dejo a ti…mi bella!