A veces pienso en ahogar mis penas,
en llevar lo que pienso al río,
he pensado en cortar mis venas
en no volver al lugar del hastío
al lugar donde perdí la elección de mi corazón,
al lugar del desprendimiento
invite a mi yo reservado
a tomar parte en lo lejos de mi pensar,
y de mi sola caricia emergió el desprecio,
la soledad y la angustia ahogaron mis penas;
llevo en mis manos la triste sombra que acompañó
la elección, el día que fuiste mía, el día en que como un ángel negro,
apareciste en mi destino
tratando de reanudar el largo viaje adelante,
contrastaste con mis ideas, mis blancas manos temblaron
por el tributo que debía de pagar,
mi conciencia empezó a roerme el alma,
y me pregunte mil veces, como puedo echarme a vuelo
con mis alas cortadas, si eras tu quien las cuidabas....