Si ni siquiera te conozco,
ni he tocado tu rostro,
ni se a que huele tu piel,
ni conozco el color de tus ojos,
ni he probado de tus labios la rica miel.
¿De qué llenas mi vida?
Que de colores la tengo llena,
y mi alma de flores estida esta,
bailando con la música que preoduce la felicidad.
¿Por qué te querré tanto?
Por ti daría mi vida
y mi alma regalaría,
me abriría las venas por ti
para que vieras el amor que corre por mí.
¿Por qué te querré tanto? ¡Dios mío...! no lo sé.
Solo sé que necesito decírtelo,
necesito que oígas a mi corazón,
necesito que me escuches,
necesito que sientas este amor.
Si alguna vez lo dejas de oír
es que mi amor habré dejado de vivir...