“No te pongas los moños”, por favor te lo ruego.
Qué ya tengo bastante con mis propios silencios,
Estoy harta de ese, que parece gaviota
Sus graznidos de ave, desafinan la nota. Y es entonces que nacen, esos buenos deseos.
De salir como lo hacen los insectos en vuelo,
cual libélula errante, inventando caminos. Olisqueando las flores, con aroma de lirio.
Y es entonces que extraño, tu ternura oh cenzontle
Ese canto divino .¡Qué atraviesa los montes!
Esa voz tan ufana, qué sonríe hasta el alma
Cuando escucho tu canto. ¡Reverdece la grama!.
Be bj.*