Estoy pensando en una noche de lluvia y de frío,
observo con atención las distintas etapas de mi vida,
me reconfortan las alegrías y me destruyen las tristezas,
pero pienso en todos estos años, ¿Por quien he vivido?,
escribir sobre las distintas etapas se hace eterno,pero a veces consuela,
porque la palabra viva sobre papel plasmada escoge los colores de la rendición,
porque ha sucumbido a la única verdad....el amor.
Somos cauce en continuo deambular,
nacemos con la alegría de un cielo abierto al deseo,
brotamos como un estallido de luz.....al sol,
de un vientre oscuro y maternal.....la tierra,
en busca de la verdadera libertad,
volar con la fé y las ilusiones intactas,
siempre en constante lucha,
por las serpenteadas orillas del deseo,
nos encontramos con el querer
y lo plasmamos en un sueño,
sueños que se buscan y no se encuentran,
que se miran y no se ven,
que se sienten y se padecen,
la belleza no perdura, se deteriora con el tiempo,
eso es algo que no concibo, si el interior es eterno,
la sabiduría es un grado que se esconde en un armario
donde se guarda lo más antiguo, las distintas etapas que evolucionan con el tiempo.
Decir adiós a un amor olvidado,
decir adiós a un querer sin conquista,
a una ilusión escondida,
en el oscuro corazón del olvido.