Revolcados en su hiel,
y en su hedor de amarguras.
La envidia y el odio tatuados en su piel,
y los trajes harapientos cubren sus figuras.
Cortados a la medida,
Sus andrajos de rabia.
¡Sucios y apestosos!Caminan por la vida,
acumulando en sus almas la fetidez de sus escorias.
Atados en sus cuerpos y rostros,
balbucean su propio hastío.
¡Es que lo tienen por dentro!
tan inéditas a su odio.
¡Perrajes lagañosos!
Que entran al rincón.
Quizás queriendo robar los versos,
Pues no traen buena disposición.
¡Condigno como cualquier perverso!
Se ven asi¡Tan rañosos! su condición.
Las ojerizas inquinas del rencor,
con su maldad y perfidia.
Más el excremento de su hedor,
No es justo,que anden por el rincón de poesía.
Me dan lástima de verdad,
ver cada uno de esos seres tan depravado.
¡Nunca podrán encontrar felicidad!
Porque dentro de tanta perversidad,
vivirá por siempre sus harapientos desairados.
SOL.
P.D:Para todos aquellos malintencionados que entran al rincón,solo con el próposito de desalentar al poeta.Pero en mi no lo consiguen,solo se ganan el desdén y el menosprecio.Sabemos quienes son,como lo saben cada uno de Uds¡Que Dios trate de bendecir sus almas!!