Quisiera saber el día de mi muerte para así dejar todo en orden, los zapatos voleados mi ropa planchada, mi cama extendida. Quisiera estar presente en mi funeral, pero qué lastima que no estaré ahí para llorarme, quisiera ver a todos mis amigos y familiares juntos y darles mi más sentido pésame y dárles un abrazo reconfortante de consuelo. Quisiera que el que me llorara lo haga de corazón, que cuando me lleven flores sean de diversos colores, que me pongan en un ataúd de madera y que me vistan de traje, si es posible que donen mis órganos y me hagan una lápida bonita, aunque tengo claustrofobia, prefiero morir enterrado que incinerado. Yo no le tengo miedo a la muerte, total todo lo vivo se encamina para allá, La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente. y es algo irónico por que mientras yo existo no existe la muerte, pero si existe la mierte ya no existo yo.
Ya que, es mi último día aqui, en mi velorio quisiera dormir con el pensamiento de la muerte y despertar con el pensamiento de que la vida es corta.