Con la complicidad del tiempo corrí
incansablemente buscando tus huellas.
El péndulo es vida y pide querellas,
a pluma ni fugaz verso recurrí.
No deseo quedarme solo con mi piel,
ni soñar con la fragancia de la tarde,
pacto con el futuro, o ser cobarde
pues, vertido de tus labios quiero la miel.
Viajero aun soy soñando por tu beso,
por el tiempo te busco y no regreso
por sentir frágil latiendo mi corazón.
En la aguja de la esperanza cuelgo
mi porvenir, por ti lo ultimo melgo,
entonces imposible no tendrá razón.
Autor: Alcibíades Noceda Medina