Estoy aquí para cantar en el seno,
En el nervio, donde mis letras brotan,
esa adoración por un mar sereno,
cuando el arpa, de las sirenas tocan.
Robando un beso, de arena a tus olas,
salta el agua burbujeante de espuma,
y la rápida corriente que vaga sola,
como cristal de espejo me deslumbra.
Gaviotas y palomas cantan oportunas,
en el viejo muelle la vaga melodía,
y en la salina brisa que perdura,
mato un tiempo a mis melancolías.
Azuladas odas rebosan en mis ojos,
me nutren de su misterio desde la orilla,
si un delfín me llevara hasta el fondo,
buscaría las olas, que el mar tiene perdidas.