De qué me vale rimar sabor con amor,
si al final todo terminará en una mentira,
provocando que mi alma se derrame en ira,
y que mi cuerpo sólo sienta agudo dolor.
De qué me vale rimar calma con alma,
si en la mía provocaste un intenso tornado,
al saber que no te importó que te haya amado,
y que te haya tratado como toda una dama.
De qué me vale rimar pasión con canción,
si tus actos son fuertes gritos en mi oído,
si te daba lo mismo que llegara o que me hubiese ido,
si las mentiras de tu presencia eran mi maldición.
De qué me vale rimar bondad con navidad,
si tu alma sólo vivía en un eterno invierno,
y yo sin darme cuenta vivía en el infierno,
pensando que tus labios significaban sinceridad.
De qué me vale rimar piel con miel,
si la tuya quedaría totalmente excluida,
aunque de perdición estaría completamente incluida,
y pidiéndole a Dios aunque sea un día ser fiel.
Creo que me conviene rimar vida con herida,
para tener en la mente la injusta verdad,
que casi siempre al amar te pagan con maldad,
para que así la agonía en tu interior resida.
EFRAIN TRINIDAD RODRIGUEZ
Morovis, Puerto Rico
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