Con tu Luz, las tinieblas se fueron, con tu Gracia, rompías el dolor, tus caricias, tus dulces encantos repletaban la casa de amor. Mariposa que todo alegraba, muñequita de un rayo de sol, con tu cándida piel elevaste, nuestras almas a sublime fruición. Los cimientos se han conmovido, se ha marchado, la excelsa, la pura; y despiden las flores gemidos, cuando observan mi triste criatura. Y se siente la vida marchita, y el cariño derrama dolor, se consternan los inmaculados, se transforma la Gracia en clamor. Autor: Victor Arias 8 agos,2009 inspirada 4 nov.86. Mis dos niños sufrían de falcemia.