Te contemplan mis pupilas,
Que reflejan la emoción,
Que desprende al verte,
Mi loco corazón...
Llama a mi sed tu cuerpo,
Que con mis manos, suave,
En caricias recorrí,
Descubriendo tus secretos,
Los secretos de tu amor...
Te susurraron mis labios:
"Cuanto te quiero amor..."
Y dejaron entonces,
Desatara su pasión...
Que mis labios en mimos,
Llamaran a tu calor,
Que mis labios, suaves, finos,
Te besaran sin control...
Que el volcán que nos unía,
Se volviera en erupción,
Que tus manos dormidas,
Me metieran en prisión...
En la prisión de tus labios,
Que mi corazón adoró,
El perfume de tu cuello,
Que en mi destiló...
Incontrolada idolatría,
Que en mi cuerpo despertó...
Ya saciados mis deseos,
Nuestra furia loca se durmió,
La serena luz del día,
Nuestro volcán calmó,
El terremoto de nuestros cuerpos,
En ternura se fundió,
Cuando tus ojos,
Luminosos cuan diamantes que cintilan,
En los mios se clavó,
Y me sentí ser tu dueña,
Aunque tu seas mi sueño,
Y yo sea tu soñar...
Porque este momento,
En la eternidad va a quedar...