Tal día como hoy, visité tu lado humano,
Te cogí de la mano ante el suspiro
Que mezclaba el aroma
De caramelo y tabaco.
Me quedé sordo escuchando
Los pasos firmes al olvido,
Y vi como la tristeza se apoderaba
De la única riqueza
Que aún existía.
Todo es tan sencillo, como trepar por el cielo.
Imaginar los cauces de los besos
En el senderismo de un laberinto,
Encallar en la holgada lágrima
Que finge ser un escollo
Que trasnocha con el abismo.
Disfrazando a la pena,
Convirtiéndola en testigo.
Todo es tan sencillo, como olvidar que existo.
Y no puedo vivir sin ella, pero vivo.
Vivo por que quiero estar vivo,
Emprender algún camino
Llevando una mochila
Y su recuerdo conmigo.
Tengo mucho miedo, de olvidar su aroma,
De cómo eran sus abrazos
Cuándo el cáncer retorne
Y viva asumido en el silencio,
Muriendo lejos de sus manos.