Nubes blancas, como esponjosos capullos
en diversas formas dibujadas, cual adorno
En gris azulado se torna el inmenso cielo
ensombrece su faz, escondido en suspiros
Se hace tenue la luz, el sol empuja sus rayos
para entibiar y dorar el día... con su abrigo
Las flores no despiertan, aguardan su regreso
dormidas permanecen, hasta sentir sus brazos
para saberse vivas, que de su aliento respiran
que sus colores se avivan, al tocarlas su brillo
abriéndose a la vida, con su luz y su destello
obsequiando su prestancia y sutiles aromas...
El día se hace tarde, como las flores no te hallé
y en tu ausencia siento, que mi Ser se duerme...
lentamente se va apagando mi sonrisa... mi fe
¡Dormida quiero estar, mientras tu voz... calle!