Nunca pensé que los días y las noches fueran eternas,
sentir este dolor en silencio y en la soledad que me atormenta,
las lagrimas nacen en mis ojos y se oprime mi garganta,
si por ti no diera la vida, que no me falte la esperanza.
Si es verdad que no sientes, lo que dices y lo que callas,
sabes que estoy sufriendo, en lo mas hondo del alma,
en paz te dejo que es lo que quieres,
y me conviertes en un reo, que no sabe que culpa paga.
Has mirado tu interior y de mi no queda nada,
y yo sigo buscando el perdón, porque es tu cruz la que me clava,
y si juzgas mis sentimientos, con las misma vara seras juzgada,
pues en este mundo se encuentra la espada que a uno mata.
Te sigo pidiendo perdón, sin saber aun porque me apartas,
me olvidas en un rincón, como si nada pasara,
pero no puedes callar mi voz, en letras se plasma,
tu sabes y yo sé, a quien va dirigida esta carta.