Llegaste a mi vida cual rayo caliente e
imprudente que atravesó mi corazón,
que del cielo desciende cuando te ve,
tu cuerpo contonear al caminar y cae sin avisar,
quemaste mis penas e hiciste volar mis sueños,
viniste a darle el amor y la luz a mi vida,
llegaste y diste color a mis sueños a mis días y
tu amor en mi pecho encontró una dulce guarida.
Ángel de versos, canciones y dulces pasiones,
llegaste amor mío adueñarte de mi corazón y
ahora que te pertenece entero él y yo,
no haces otra cosa que llenarme de amor,
de deliciosos besos con sabor a miel y
de ese tierno resplandor lleno de ternura y
amor con el que brillan mis ojos cuando,
miro fijamente los tuyos y siento que me dicen te amo,
vuelvo a escuchar tu bella voz en mis oídos.
No digas que no escuchas un canto melodioso,
son los latidos de mi corazón que se acelera,
cuando te ve que pareces descender del cielo,
no desciendes de los cielos amor mío,
desciendes de los edenes mas anhelados,
que brotan de los anhelos más profundos de mi corazón,
que me gritan que te ame con locura y amor,
que por siempre te he amado y es tuyo mi corazón.