Lo he jurado todo por ti,
solo te pedí que
envejecieras junto a mí.
Y por mi mala cabeza,
te pierdo
tal cual te recogí.
Fuiste su alma,
sus secretos, su mano alzada.
Él te encontró vacío,
y vacío me quedo sin ti.
En los momentos más amargos
sin dudar besaste su mano.
Recogiste el fruto de sus llantos,
y te contaba lo que le estaba pasando.
En sus momentos dulces
te contaba sus alegrías,
y eras testigo de la dulzura
de esta familia.
y así, tal cual llegaste
me dejas en esta noche tardía.
Él te agarra y le besas el pecho
y las manos que tantas veces acariciabas.
Mi padre se va,
y contigo al más allá.
El diario que un día
vacío se vino a presentar.
Ahora vacío deja mi cuerpo.
Sin nada que contar.
Maldito diario,
te llevas a mi padre
y con él te vas.
¡Maldito diario por qué te marchas,
hundiendo a tu hijo
en la más honda soledad!
Maldito diario,
porqué
te quiero tanto y sin más
acusar a este llanto
por un padre que se va.
Diario no cuentes más
pues en sus brazos sólo te queda ya
viajar con sus huesos a la eternidad.
Diario, mi padre ha muerto.
No cuentes más.