Puedo persivirlo,
esa fragilidad de un niño mimado,
de tus alas golpeando la olas del mar,
el sentido de tu alma,
ha renacido como un angel,
me llevas puesta en tu estandarte,
en tu figura de acero,
mi corazón se anida,
como caramelo,
en tu dulce resplandor,
mis manos vuelan hacia ti,
como la primera vez,
que buscas los brazos,
veo la fragilidad de tu espiritu,
me buscas, me enloqueces,
y sabes que eres mío,
en tus humores,
en tus ardores,
me vuelvo saeta del mar de tus ojos,
y nado en ella,
esperando tocar,
la fragilidad de tu espíritu,
me llevas en tus ojos,
alma del encuentro,
estás pegado a mi mejilla,
corazón ardiendo...
ELIANA