En otro cuento el odio entre linajes
nos juntó y nos orilló a vivir en la noche,
en esta historia el polo opuesto
nos separa por caminos paralelos
divididos por montañas que no me atrevo a cruzar.
Te suicidas o te mata el poeta
y sin importar lo que esté escrito en tu guión
yo voy detrás de ti
para envenenarme con la misma miel.
En otras épocas y otros mundos
nos buscamos y nos encontramos siempre,
fuimos reyes de Ítaca,
fuimos fantasmas en un cementerio,
fui un príncipe y tú una rosa,
ahora sigues siendo rosa y yo tierra bajo tus pies
esperando que un día desbordes tu mirada en mí.
Alguna vez te cubrí con un globo de cristal,
ahora eres toda escultura de cristal,
70 hojas atrás, me abrazabas en cada luna llena,
pero esta vez esperaré hasta que las hojas se dejen caer.
Fuiste un árbol que dormía sobre mis ramas,
fuimos semillas que jugábamos en el mismo jardín,
fuimos niños que hablaban con un silencio que detenía el corazón,
somos una historia que se repite en cada canción,
vivimos tragedias que disfrutamos porque no existir sería peor.
Con una confesión mi ilusión podría terminar hoy,
pero sé que en las siguientes páginas te volveré a tener
y te volveré a perder,
y aun así yo te amaré
por los libros de los libros
Amén.